17 de julio de 2011

Su amor.

No pude tocarlo ni verlo y si analizarlo, descomprimirlo, besar todo su ser desde una punta a otra sin rozar su masa.

Me educó su amor, su instinto me cuidaba, qué difícil es no decírselo a mamá, qué complejo hacerle daño con mis actos, qué fácil ser elogiada. Me regaló mis principios inquebrantables, me donó genéticamente su fortaleza, su capacidad de sacrificio y la humildad más llana. Me premió y me premia su voz con su palabra. 

Sé que soy su hija crecida, !su niña!. sé que existen ausencias en su mirada rellenas de juegos de piratas, de bailes y canciones inventadas. Sé que no soy grande si me mira mi madre, sé que ella está ahí para limpiarme el alma, sé tantas cosas de ellas y cuánto cuesta dar su talla, se intenta estar a la altura de la bondad con la que ella anda.

Es la más humana, la más sensata, con ella si puedo callarme, observar y quedarme sin palabras.

Os dejo con una canción con la que me obsequió mi hermana.



Al amor de mi madre, al que le debo el apego a la vida.

3 comentarios:

Carla dijo...

Me ha emocionado este escrito, me ha llegado profundas las palabras, muy bello y sentido.

Yo también te sigo, me ha encantado tu blog.

Besos.

Ricardo Miñana dijo...

Emocionante y hermoso escrito,
me gusta la preciosa imagen de la cabecera.
es un placer pasar por tu casa.
que tengas una bonita semana.
un abrazo.

Pakiba dijo...

Un precioso homenaje a la madre que nos trajo al mundo y que se lo merece todo,con ella podemos reir, llorar y hasta enfadarnos, pero siempre está ahí para consolarnos.
Dichosos la que aún la tienen.

Un besote para ti y las peques.