Volar es vivir.
¿Quiénes nos creemos que vamos cortando alas a los sueños de los niños inocentes? ¿Qué sistema educativo reclamamos? Limitamos las capacidades más altas, no todas cognitivas, sino creativas, deportivas,... Y vamos sintiéndonos bien si son nuestros hijos quienes acaban la tarea cuando hará más de una hora que la noche entró y que el día lo entretuvo entre cono y mates, dejemos la lengua para mañana que hasta el martes no es el examen. Ricos niños fueron al nacer, pobres "niños-adultos" en la primaria que asfixian sus anhelos trabajando robotizados más horas que cualquiera de los que en estos momentos leen lo que indignadamente escribo.
Yo voy reeducándome, apartándome para que mis hijas vuelen, vivan, se sientan hijas y personas que necesitan no más que realizarse como tales. Voy transformando mi sueño a medida que las observo para saber qué ofrecer, qué necesitan para lograr ser ellas mismas, para que le susurren a la almohada sus fracasos y sus triunfos no impuestos sino queridos, buscados y hallados.
Todos nacemos distintos, porque aunque desnudos nuestros talentos están intactos queriendo destacar en cada paso que avanzamos, y son todos tan valiosos y diferentes, que a algunos no les dejamos ser educados y vamos amustiándolos, colocándoles el no apto. Valiente barbaridad hacemos si precisamente a volar aspiró siempre el hombre y la mujer y lo consiguió.
El hombre y la mujer siempre tropezando.
Aquí os dejo de dónde surgió la idea de VOLAR.