24 de marzo de 2013

Escuchar.



Cuando más me cuesta escucharla es cuando más me necesita. En esos instantes debo estar serena, paciente,  comprensiva, ahí debo ser valiente y constructiva, abrir mis brazos hasta SER su abrazo y esperar, permanecer adherida a sus palabras y acciones, aguardando sin terciar en un más o en un menos, convertirme en hombro, en peso de incalculables medidas, si no me desmorono, ella no recorrerá los canales de ningún abismo, ni conocerá el egoísmo pues dejaré de verme a mí misma y a mi sufrimiento, eso se pospondrá o se aniquilará según mi fortaleza, conforme a mi aprendizaje, ... Atenderé siempre a sus "idas"  y así divisará siempre un norte incluso cuando la visión de sus ojos se lo retuerza. 

Todo quedará en una fuga del alma, en un acervo personal, normalizaré la emoción hasta ser más amén que la santa madre y sin heridas ni tiritas continuaré.

¿Puede un árbol torcerse un día de viento? Pues si, y aunque creáis que tras varias tormentas su aspecto se transformó, sus raíces siguen ocupando el mismo espacio y su cima creciendo y nosotros admirándolo. Él seguirá proporcionándote calor y oxígeno y será el indispensable alimento de otros seres vivos.

Escuchar, atender y proceder.

19 de marzo de 2013

Contradicciones.

Hoy de repente todo está nublado, bien mezclado, todo lo vivido en un año, recuerdos rescatados de otros inicios de primavera,.... lo perdido, lo ganado hasta lo que creí olvidado, sin clamarlos se instauraron en mi débil mente que intenta cuadrar cuanto y cómo vivo y siento.

Creí que las contradicciones no eran más que eso, hoy las considero necesarias. Por ejemplo percibo mi día a día azul, tranquilo, esperanzado, aunque siempre en alerta, observando, meditando, aprendiendo, supongo que sin quererlo se habrá tornado naranja hasta llegar a mi color favorito, el amarillo, el repudiado por los artistas, el innombrable y eso que amo el arte y lo minoritario. No hace tanto leí que el arte sólo es creado si es "visitado" desde el individualismo, lo popular lo contamina degradándolo a lo que las masas quieren ver, oír, ...; por ello la poesía suele guardar tan pocos adeptos, ya que el poeta no busca un modo de supervivencia, sino un modo de vida, de expresión, ....

Por la anterior regla de tres, lo estandarizado, lo común, lo bello a los ojos de "las gentes" no será lo mejor, ni lo deseable por mí, ni lo material tampoco. Pero, aquí va otra contradicción, ayer mi móvil dejó de .... funcionar (no voy a depositarle vida), y yo estoy vacía, casi incomunicada con el mundo, pues sí, por muy inverosímil que parezca, así he podido comprobar que soy una materialista más y del montón.

Enlazando con el principio de este post, HOY echo de menos a mi padre, acabo de colocar en mayúsculas nuestra canción. Hoy quisiera su abrazo, quizás será porque es de los pocos que no volveré a tener. Quisiera que me viera, que me rozara el hombro por detrás y me susurrara que lo estoy haciendo bien, que disfrutara de Luisa, que conociera a Sofía, .... Yo que sigo viviendo tras él, voy conociéndome a mí misma con escasa pero inmejorable compañía. He estado hundida y en la cima, he conocido la tormenta y la tempestad como cada un@ de vosotr@s que me estáis leyendo ahora, pero he tenido la "suerte" de nacer  ligeramente "alterada", me enriquezco de la diversidad y me fascinan los detalles, lo pequeño,..., aun quiero meter mis botas de agua en los charcos (no lo hago) y crear olas mientras conduzco en la carretera para que mis hijas sonrían a las nueve menos diez de la mañana. Soy sencillamente feliz.

Entrecomillé suerte porque sólo lo innato es cuestión de suerte, el resto lo decides tu, eso también lo aprendí este año, esta vez de mi amiga. Os lo explicaré en otro momento pero creedme, la suerte apenas si existe.

Hace una década estallaba la guerra de Irak, yo por aquél entonces vivía en Madrid, me levanté con mi hija mayor de un año y puse la televisión, mi mundo se paralizó, mis expectativas para disfrutar del día aminoraban, mi marido llegaba casi de madrugada, el resto de mi familia en Cádiz salvo mi primo Pedrín,....; todos olvidaron aquél día, nadie lo recordó, ni tan siquiera yo....

Sé que esta vida no es de color de rosa, pero es que ese color no me gusta, hoy voy reivindicando el violeta ;), vivo en azul y me fascina el amarillo. No quisiese verme envuelta ni en el blanco ni en el negro. El gris del  cielo me ha permitido sosegarme y confundirme a la vez, hoy no vi los tonos  que habrá dibujado el mar pero si me permití no resguardarme de la fina lluvia con un paraguas, y sentí que estoy VIVA y vivo, y emocionalmente dejé de sobrevivir.

Hoy escuché también "Non je ne regrette rien" de Edith Piaf, sin embargo os dejo con HOY: