23 de septiembre de 2010

Temple Grandin, extractos de una entrevista.

De lo que os voy a hablar no es más de lo que ella, Temple, vivió, de su autoanálisis, de su retrospección, desde su niñez hasta su madurez, de su camino, de sus “muletillas”, de sus obstáculos y habilidades, de su pensamiento visual, de su travesía hacia el lenguaje oral…., de cómo logró ser una mujer independiente y doctora en Ciencia Animal, además de escritora y defensora a ultranza de que la práctica es la base de la educación.

Temple Grandin nació en Boston (Massachussets) en 1947, a los pocos años de nacer, recomendaron a sus padres que la internaran, su madre por aquél entonces sufriría de uno de los mayores dolores que ha causado la medicina (ser considerada una madre nevera). Su madre, Aunt Ann, hizo caso omiso a tanta crueldad desmedida, injusta e indecente, y escogió el sendero del trabajo, la lucha y el amor, educó a su hija bajo estructuras horarias, le enseñó a leer, a hablar……, así narra Temple su historia:

Temple no habló de forma fluida durante toda la escuela elemental. “No poder hablar era una frustración total. Si los adultos me hablaban directamente yo podía entender todo lo que ellos decían, pero no podía hacer que mis palabras salieran. Era como un gran tartamudeo. Si yo era sometida a una situación de ligera tensión, a veces las palabras superaban la barrera y salían. Mi terapeuta de lenguaje supo introducirse en mi mundo. Ella me sostenía por el mentón y me hacía mirar sus ojos y decía “pelota”. A los 3 años, “pelota” (ball) salió como “bah,” dicho con gran tensión. Si la terapeuta me empujaba demasiado duro yo tenía una rabieta, y si ella no presionaba lo bastante no se lograba ningún progreso. Mi madre y maestros querían saber porqué gritaba. Chillar era la única manera en que podía comunicarme. A menudo yo pensaría lógicamente, “voy a gritar ahora porque quiero decirle a alguien que no quiero hacer algo.”


¿Cómo aprendió a leer?: "Mi madre era mi salvación para la lectura. Nunca habría aprendido a leer por el método que requiere memorización de cientos de palabras. Las palabras son demasiado abstractas para recordarlas. Ella me enseñó con el viejo sistema fonético. Después que aprendí laboriosamente todos los sonidos, pude pronunciar palabras. Para motivarme, mi madre leía una  página y entonces se detenía en una parte excitante. Yo tenía que leer la próxima frase. Gradualmente leyó menos y menos……….Al principio, leer en voz alta era la única manera en que podía hacerlo. Hoy, cuando leo silenciosamente, uso una combinación de visualización instantánea y palabras sonoras. Por ejemplo, una frase de una revista -”detiene varios peatones en una calle de la ciudad”- fue vistas instantáneamente como cuadros en movimiento. Frases que contienen palabras más abstractas como “manifestó” o “obligación” son pronunciadas fonéticamente.
Cuando niña, a menudo hablaba en voz alta porque hacía mis pensamientos más “concretos” y “reales”. Hoy, cuando estoy sola diseñando, hablo en voz alta sobre el diseño. El hablar activa más regiones del cerebro que sobre el pensamiento.”


Aprendió a vivir con problemas sensoriales “Mi oído es como un audífono con el control de volumen fijado en “extra fuerte”. Es como un micrófono abierto que recoge todo. Tengo dos opciones: prendo el micrófono y me inundan los sonidos o lo desconecto. Mi madre decía que a veces actuaba como si estuviera sorda”.


También fue un obstáculo la sensación táctil de algunas prendas de vestir, “La mayoría de las personas se acostumbran a sentir tipos diferentes de ropa en unos minutos. Aún ahora, evito llevar tipos nuevos de ropa interior. Me toma tres o cuatro días adaptarme a la ropa nueva……………..Mis padres no tenían ni idea porqué me comportaba tan mal. Unos cambios simples en la ropa habrían mejorado mi conducta” .También lo fue el ser tocada por otras personas: “Quería sentir el placer de ser abrazado, pero cuando las personas me abrazaban, los estímulos pasaban por encima mío como una ola. Cuando tenía 5 años, soñaba con un aparato mecánico en el que podría entrar, que aplicaría una presión confortante.”


Con la ayuda de sus padres y maestros logró sacar provecho de sus fijaciones: "Hoy tengo una carrera exitosa diseñando equipo de ganado porque mi maestro de ciencia de la escuela secundaria, el Sr. Carlock, usó mi fijación en la ganadería para motivarme a estudiar psicología y ciencia. También me enseñó cómo usar los índices científicos. …….En un adolescente de alto nivel, el interés en puertas corredizas se puede usar para estimularlo en el interés sobre las ciencias. Si mi maestro me hubiera desafiado a aprender como trabajar la caja electrónica que abrió la puerta me habría interesado primero en la electrónica. Las fijaciones pueden ser tremendos motivadores. Los maestros necesitan usar las fijaciones para motivarlos en lugar de tratar de estamparlos fuera. Las fijaciones se necesitan diferenciar de estereotipias tales como aleteo de mano o movimientos de giros. Una fijación es un interés en algo externo, tales como aviones, radios, o puertas corredizas."


Su pensamiento es visual, piensa en imágenes:


“Einstein era un pensador visual que fracasó en sus requerimientos de lenguaje en la secundaria y se apoyó sobre métodos visuales de estudio (Holton, 1971-1972). La teoría de la relatividad estaba basada en imágenes visuales de vagones en movimiento y de cabalgar en haces de luz. En una reunión sobre autismo tuve la oportunidad de visitar algunos de los parientes de Einstein. Su historia familiar tenía una alta incidencia de autismo, dislexia, alergias alimentarias, inteligencia, y talento musical. Einstein tenía muchos rasgos autistas. Un lector astuto puede encontrarlos en Einstein y Einstein (1987) y Lepscky (1982).
Mis dos hermanas y un hermano son pensadores visuales. Una hermana es dislexica y es brillante en el arte de decorar casas. Mi hermano puede construir cualquier cosa pero tiene problemas con el cálculo cuando trató de especializarse en ingeniería. Es ahora un banquero muy exitoso que se destacó en todos los otros temas en el liceo. Mi hermana menor es escultora y le iba bien en la escuela. Mi madre y abuelos maternos eran todos buenos en matemática superior y muchas personas por el lado de mi madre eran conocidas por su intelecto.”


 Temple Grandin, en la actualidad, es una mujer de 63 años, íntegra, al igual que otros con discapacidad. Necesitó "muletas", pero ¿y quién no?....lo importante es proporcionarles las adecuadas, no escatimar en "gastos" temporales, espaciales, materiales ni personales; pero, sobre todo, necesitó que creyeran en ella, que la escucharan cuando logró preguntar, y que la estimularan, que le enseñaran a través de sus inquietudes, sus fijaciones....., y, poco a poco.........el resultado......su vida vivida y viviéndola.


"No permitamos que nadie tenga que sobrevivir siempre que tengamos medios para evitarlo."
Yo misma.

1 comentario:

belijerez dijo...

Una gran mujer, inteligente, amorosa que supo enseñarnos otra forma de mirar.