20 de octubre de 2010

Permíteme caer.




El subsuelo existe y es irremediable no quedarme ahí unos instantes, unas horas, si estoy a solas, si puedo, si lo necesito. Allí sedimento la ira, la debilidad, el agotamiento, la frialdad de otras personas; prontamente me desvanezco y al instante me desvelo aflojada, por último emplomo el suelo y continúo...porque sensatamente puedo.

Ayer me cité con el subsuelo; una parte de mí me dice que erré y que sin duda viví un "mal día", no obstante, recoger a mis hijas al colegio, aún "atontada", darles el almuerzo, parar mi coche arriba del Puente Carranza, enseñarle a mis hijas cómo se abría la carretera para que un barco pasara... piscina, clases.....; detenerme a oir cada palabra que pronunciaban, oir el sonido de sus voces, colocarle los calcetines a Sofía y permitirme acariciar sus pies, hablar con Luisa cuando ya está tapada en su cama, cerciorarme que lo vital son ellas...; verlas bien, avanzar, sentir energía positiva antes de dormir, leer un correo de una amiga, abstraerme en una serie antes de acostarme, dejar de palpar pesar en mi interior y dormitar........; así, quizás, revisando... ayer no fue un "mal día".

3 comentarios:

Manuel dijo...

Ave Fenix...

Paqui dijo...

De siete veces que caes, ocho te levantas. Siempre como dice Manuel, cual Ave Fenix resucitas con mas fuerza y valor, resurges de las cenizas, reconstruyes tu alrededor para enfrentarte al mundo, para velar de los sueños de quienes tanto quieres.

María del Mar Bernal dijo...

Si, Manuel, como el Ave Fénix. Cuando era pequeña y volvía del casco antiguo de Cádiz, mis ojos siempre miraba a lo alto de un edificio en el que hay una estatua de ese ser mitológico. Me fascinaba la historieta. He contemplado tus dibujos, muy muy interesantes. Gracias por participar.

Gracias Paqui por ser mi hermana, sé que andas muy ocupada, añoro el hablar más,tu me haces contar, contar bien. La vida, qué misteriosa, ¿no crees?....