22 de enero de 2011

No me mires, no me mires, no me no me....



Me aburro con el "más de lo mismo", así que he cambiado la apariencia de este lugar. Mis hijas, pillinas, notan que se acerca la primavera, por lo que me van pidiendo los nuevos colores con los que se acostaran y se levantaran. Os lo podéis imaginar, Luisa de ....., venga que es fácil, aaaazul, Sofía de rosa y amarillo.

Esta canción me recuerda a no hace tanto, no creáis, poco menos de un mes, la canté y la bailé en un karaoke sin micro con unas veinte increíbles mujeres. La noche del 30 de diciembre del año que nos dejó, fue un regalo mágico de Nuria, la directora de Logoeduca. Aún hoy me relajo pensando que fui parte de aquel inolvidable momentazo. Y es que las pequeñas grandes cosas son las que hacen que exista y gire nuestro mundo.

Un beso gordo Nuria y....no me mires, no me mires, no me, no me, no me mires, jeje. Mírate siempre en el espejo porque tu reflejo interior, sin duda, y ya es difícil, es más bello que el exterior.

"A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante."
Oscar Wilde.

3 comentarios:

Fiaris dijo...

El blog te ha quedado muy bonitoamiga,abrazo.

Unknown dijo...

Inolvidable momentazo..donde cantamos, bailamos, y descubrimos tantas cosas..en nuestra piel queda eso, en nuestra magnífica memoria selectiva, que sólo se ocupa de recordar esos momentos para hacer nuestra existencia más llevadera.

Como bien dice un amigo mio ¡¡QUE NOS QUITEN LO BAILAO!!

Te quiero.

María del Mar Bernal dijo...

Y yo a tí.