Ella, acariciando la cortina mientras la apartaba, observaba la ténue luz de la farola. La luna, apenas presente, le gratificó con una cálida penumbra, la carretera húmeda reflejaba el caminar de él. Ella fijó sus pies al suelo de su salón a oscuras mientras su garganta enmudecía al sentir la cabeza cabizbaja de él alzarse y sonreir...
- ¿Qué hacer sin tí? ¿Qué hacer para volver a tí?...
- Si al menos un titubeo hubiese resistido el muro que nos separaba, pero no, no fue así.
- Ésto es para tí, escúchala, Pasaba por aquí..., buenas noches.
Ella volvió al silencio de una soledad buscada entre las sábanas de su cama, envolviendo su pasado con pañuelos de papel mojados, amontonándolos en el lado de él, para provocar una gravitación y aliviar la descorazonada decisión. Probando el sabor acibarado de su interminable lagrimeo que penetraba entre sus labios medio abiertos, que expulsaban soplos aprendidos para nivelar los latidos y disminuir la agitación desolada que aquél hombre, el hombre al que acompañó durante su vida, le había hecho sentir.
Así sin más dormitó y se sobresaltó queriendo oir aquello que le dejó y que apretaba con sus manos fuertemente. Sin querer posponerlo, se levantó con la intranquilidad del tormento, la rabia de la incertidumbre... Encendió su ordenador, y atolondrada hizo café, cogió un relajante el cuál tragó sin líquido y se detuvo con su taza a oir. Entretanto, el dolor creció al traspolarse hacia él, como si un ánima transparente vagara por los infiernos crueles del abismo, sin rumbo. Pidiéndole unas no merecidas disculpas a la nada, fue cauta y tras amanecer y la llegada del día le escribió un correo: "Querido serás siempre por mí, pero amado.., ya no te puedo amar. Cada día de todos estos años se moría a tu lado algo dentro de mí, sin permiso dejaba de respirar pues la tristeza lo ahogaba. Asfixiándose, cada partícula de ese algo, esa muerte lenta, aletargada, me alejó de tí cuando me creías cerca de tu quehacer. Cada día que busqué origen, hallé término. Al explorar camino, descubrí frialdad. Y paulatinamente, mi espacio quedó desierto de pasión. Sin preámbulos, has vivido parelelamente a mi lado, no conmigo. Por el contrario, jamás te abandonaré, pero ya no te amo. Quizás la canción que te envío como archivo adjunto hubiese sido más leal por tu parte. Intenta encontrarte a tí mismo."
5 comentarios:
Me gusta como escribes, y me encanta la canción de Alejandro Fernandez, mi Alejandro!!! me sobra Amaya Montero. Sigue escribiendo como lo haces. Besos.
Hermoso escrito amiga.
Abrazo.
ANGELES Y YO HEMOS DECIDIDO PASAR EL FIN DE SEMANA EN CASA. TODO ESTA PATAS ARRIBA. NO SE PUEDE NI ANDAR POR CASA. LIMPIAMOS Y LIMPIAMOS Y TODO SIGUE IGUAL. MAÑANA A COMPRAR LOS SANITARIOS Y POSIBLEMENTE EL MIERCOLES TODO CONCLUIDO. ME DECIDO A CURIOSEAR POR TU BLOG Y ......... ME QUEDO SIN PALABRAS AL LEERTE. TIENES UN GRAN DON PARA ESCRIBIR. GRACIAS POR HACERNOS SENTIR Y HACERNOS PENSAR. SALUDOS. JEJEJE.
Gracias Isa por tu comentario, me agrada en demasía y no sobra Amaia que tiene un vozarrón!!!!.
Fiaris, un saludo también para tí.
Jose Luis, haces bien, en serio, eso de irte con tu mujer a casa, un consejo (espero te sirva), no retires el polvo que el lunes es laborable.
Un beso gordo.
Uy lo que has escrito...qué bonito Mª del Mar, qué bonito, lo estaba viendo como en fotogramas. Y el temazo...buaff, no lo he querido contener, a rodar lágrimas. Una historia que nunca tendrá fin mientras no dediquemos más tiempo a ganar personas, en lugar de ir dejando pasar la vida...perdiendo algunos la mejor compañía. Gracias, me ha encantado, sigue escribiendo!!
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