Disculpen mi repetición, por reproducir de nuevo un post.
El camino no tiene sentido si en el trayecto no estoy conmigo, no es que me esclavicen mis palabras, pero he de realzarlas para legarles su justo valor.
No sería honesta ante mí misma, si me hundo en la búsqueda emprendida, si me absorben los impedimentos.
No hace tanto, unos años, abandoné mi vida laboral, y no sólo la guardé en una caja bajo llave, sino que la arrinconé para que las capas de polvo la ocultaran a mis ojos. Pero la limpieza ha saneado mi interior para pervertirlo, para reavivarlo. En noviembre creí que un cambio de hogar con ajustes económicos acallarían las incertidumbres, las inquietudes que oía dentro, muy dentro de mí.
Sigo en la misma casa, con las mismas vistas hacia el mar.
Las voces no callaban, tras la transformación de mi ser y su saludable repercusión en mi familia, quise oírlas con atención.
Tras el tiempo adecuado de escucha, intento en estos tiempos encontrar algo, por lo que escribí en mi diario....
"Los recortes de presupuestos impuestos por las deudas hipotecarias, de préstamo personal por vehículo y las otras mensuales, luz, agua, teléfono, clases, terapias, piscina, etcétera, aprisionaban a Mar y la sometían a la incertidumbre de cómo encontrar trabajo con su imposibilidad personal, con las dificultades propias de conciliarla con su vida familiar y con la oferta casi inefectiva que en aquellos momentos malinterpretaba los sueños de muchísimas personas que demandaban cualquier trabajo, honrado o no, humillante o no, daba igual, la dignidad iría con ellas siempre, hiciesen lo que hiciesen.
Para Mar lo material era secundario, primero había que “tener” alma, si enfermaba había que tener para curarla. Opinaba que muchísimos ciudadanos crecían sin ella, la tenían pero no la cultivaban, la envolvían en promiscuidades ilusas y así construían un futuro materialista no fructífero más que para el cuerpo, sin intervenir en ningún momento los sentimientos. Aquellas personas, algún día, tarde más que pronto, notarían que no se llevaron consigo la conciencia en su caminar, y serían parte de un vacío existencial sumamente degradante, y eso, en el mejor de los casos; en el peor morirían sin ella, sin las voces internas, entonces habrían sido poseedores cuyo único objeto de vivencia habría sido acumular piezas de puzzles incompletos.
Y con éstas ideas intrínsecas evolucionaba y educaba a sus hijas como buenamente podía, con el pánico de no poder mantenerlo todo y a todos, aferrándose a los hierros hirviendo para ser doblegados, transformados, aspirando a permanecer en la sociedad, en la época y en su familia, ésta última imperativa de demandas complejas de complacer, pero vitales como la alegría que aquellos noventa metros cuadrados de hogar respiraba de un modo inesperado.
Aquel hogar albergaba proyectos no consumados, aletargados por obstáculos y piedras picudas mal puestas en el camino. En él dos hijas se encargaban de hacerlos resurgir con más ahínco, de proyectarlos hacia un futuro cercano, de encauzarlos, de unirlos con el pasado. Estos padres, para poder verlas crecer y crecer, tuvieron que mirarse al espejo y creer en sus posibilidades, en sí mismos."
Y en esas estoy, intentando no quedarme en el intento.
Gracias amiga, por recordarme esta canción, !que todos tus días sean bellos!.
Reiterándome, porque de eso va el post, vuelvo a reproducir el vídeo.
5 comentarios:
Querida amiga, tu celebración particular por el día de las mujeres trabajadoras te salió genial.
Lo que pasa que ahora tenemos algo pendiente, reivindicar la noviolencia estructural contra las personas desempleadas.
Basta ya de violencia estructural!!!!
besitos.
Qué va Beli, acabo de enterarme por tí que es el día de la mujer trabajadora. ¿Pero tú te crees mi desconexión? No tengo..., es igual.
Un beso amiga, un beso gordo.
Yo creo que con tantos ajustes que nos estan poniendo, no llegaremos a tiempo a nada.
Un beso.
Eso parece Pakiba, jejeje.
Besitos.
Yo pienso María del Mar que a todo llegamos, que esos proyecyos que quedan en el cajón pueden hacerse realidad.
Si, claro que llegaremos a tiempo.
Un beso
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