25 de febrero de 2011

Así...

...a todas horas, sin altos puntiagudos, sin arrastrarnos en su búsqueda, sin la altiva salida de ímpetu, sin postergarla para cuando el cuerpo esté dispuesto.

Así, creyendo en la sonrisa, en el deseo y en su espíritu, en el presentado presente, sin proyectarlo en el espejo inquiriendo una réplica.

Así crecemos sumergidos en sueños soñados, propulsándolos hacia la rutina, transformándola en alegría; así contagiamos al universo, al menos, al más pequeño y colosal, a la familia.


1 comentario:

Pakiba dijo...

Que por muchos años puedas hacerlo.