15 de febrero de 2013

Me encantas.



Siiiii, cuando conduce su bicicleta su libertad es capaz de trastornar al sol para que desde él se desprendan más rayos que iluminen mi vida. El viento se detiene a su paso para no rozarle el rostro y desplazarlo hacia el mío que ansía que vuelva el suyo y....... !lo hace! y me sonríe; el ambiente se torna translúcido y la tarde cobra sentido.

Sip! .... Y yo, mientras me distraigo en el encanto, ella pedalea casi de pie volteando el camino para acercarse a mí y comentarme.... Y entonces descubro que soy mundo, que puedo bebérmelo a sorbos, que procedo del mar y que es aquí, en tierra, donde una se sacude y deja atrás el fangal.

Son esas pequeñas cosas que hacen grande nuestra existencia. Son esas frágiles vivencias que para muchas personas pasan sin dejarles huella por ....... tantas otras cuestiones que atender ;)

1 comentario:

Anónimo dijo...

MARIA DEL MAR.....QUE BONITO