12 de mayo de 2011

Un apunte, una observación.

Hoy mientras yo bajaba indispuesta las escaleras de las gradas de piscina dispuesta a respirar aire fresco, subía una mujer embarazada que suavemente sujetaba su vientre crecido de unos cincos meses y con su otra mano empujaba a una niña que no contaba los cinco años. La madre sonreía a una barriga; su niña, miraba la barandilla.

En la espera NO esperes más que ser MADRE. En la vida de un hij@, SÉ MADRE.

(Necesito música, desmenuzar mi alma). Allá va:






3 comentarios:

Pakiba dijo...

En la vida lo más grande que hay para una mujer es ser MADRE,

Un abrazo

Pakiba dijo...

Con lo de Blogger se ha perdido comentario,solo te digo que me gusta y que tengas buen fin de semana.

María del Mar Bernal dijo...

Jajaja, gracias Pakiba, que lo tengas tu también.
Un beso gordo.