11 de agosto de 2013

Nadie, todos y tu

Nadie anduvo con tus pies
y todos creen saber cómo debes andar,
se equivocan.

Nadie miró con tus ojos
y todos hablan de lo que miras,
se equivocan.

Nadie abrazó con tus brazos
y todos hablan de lo que sientes,
se equivocan.

Todos miran las estrellas,
tu las engendras.
Ellos se trasladan en avión,
tu proyectas la estela.

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Oh Chete, últimamente te observo y bajo tu altura del suelo y allí, a menos de un metro, tienes ese chupete marrón que te ocupa media cara y señalas a los peces mientras hablas y dices "mira...." o sales disparada de mi vera y frenas, retrocedes tras un impulso a darme mi "topaita" que no un beso, "pa qué".

No tengo fuerzas para mirar más allá del día de hoy, por ello cada instante es único, es una oportunidad que agarro; parafraseando "no puedo intentar lograrlo, sólo puedo lograrlo", es el impuesto que pago como madre en la vida, me aferro al camino y no le temo a los demonios que pululan por ahí, bueno un poquillo sí.

Sé que aprender es complejo y que algunas personas no quieren ser guiadas, por lo que aparentan ser seguras y decididas, !creen saberlo todo! Te encontraras muchas de esas, que no ellas, y pueden ser tus mayores obstáculos, pero !no te amedrantes! tu sabrás sortearlos o atravesarlos.

Bueno, hoy necesito seguir notándote cuando tan sólo eras aquella pequeñaja que mejoró mi existencia y mi persona, creo que es porque creces tan rápido que en ocasiones me asombro para luego admitir que has dejado de ser una niña, y cuesta, !vaya si cuesta!

2 comentarios:

concha dijo...

Huuuummmm.....siempre recordaré la primera vez que sentí a Marcos, me desperté por la mañana y me quedé en la cama, muy quieta, en silencio, estaba de cuatro meses o así. Entonces sentí un roce muy leve en la tripa, como la caricia con la punta de un dedo. Yo creo que hasta dejé de respirar para sentirlo mejor.
Y ahora, universitario, admitido en la Autónoma para hacer geografía...y no sé cómo ha sido, ha pasado tan deprisa....

Nuria dijo...

Muy serena tu reflexión....
Yo de ti no dejaba un dia de escribirle. Asi, desde la serenidad. Porque nadie como tú la entiendes y sabes lo que es necesario decirle, y de las cosas de este mundo que le tienes que prevenir. Dia a dia, ya ella lo leerá...
Yo lo haría.