21 de octubre de 2011

No morirá en mí...


No morirá en mí lo que durante años estaba dormido creyéndolo mío. No, tu amor no era mío; qué insípida creencia contaminó mis días, los tuyos, mientras recorrían tus lágrimas secas friccionando tus mejillas, enrojeciendo y marchitando tu risa. Qué me hizo ensombrecer tus despertares y aletargar tus sueños, qué fue....

No dejaré que te apenes cuando me mires y me veas débil, no padezcas mi angustia ni te contamines de mi ira y así podré amarte por primera vez, sólo así, sin que tu te hundas en mi embudo.

Permíteme besar el suelo que pisas y perdóname por no haber besado el que ya pisaste, mujer déjame amarte una vez, deja que posea yo solo mi dolor y halle en la desdicha cada desaire con el que te ofendí, cada soledad que te ofrecí, cada palabra tuya que pisoteé y cada instante del día en el que no rocé tus labios y......

Disculpa por no dilucidar con claridad las alas con las que vuelan las mariposas, ni viajar por las ondas del viento curioseando los por qué de tus suspiros.

Si algún día soy digno!........, no morirá en mí.

1 comentario:

Fiaris dijo...

Me pasé a saludarte,cariños