27 de agosto de 2010

La duda

Sabe usted cómo se traduce emocionalmente no saber qué impulsos y estímulos gobiernan la mente de mi hija? La respuesta a esa pregunta nos distancia de cualquier realidad, momento o circunstancia en la que coincidiéramos; son sólo una minoría la que a través del azar y los genes se sienten identificadas y comparten al principio de manera obsesiva un montón de sentimientos que gradualmente van haciéndose menos necesarios; y  una vez recopilada casi toda la información van encuadrándose o no en una etiqueta con la que "discapacitas" a tu hija "por su bien" para poder exigir oficialmente y velar para que no se incumpla ningún derecho de hecho.

Esa es la primera cruzada, la del diagnóstico, la del shock emocional, la de la ausencia de llanto o llanto desconsolado, la del cierre de la ventana y de la puerta cerrada, la del grito en la playa de madrugada, la del insomnio, la de la pesadilla, la primera impotencia de la vida; esos días son sin duda, la primera vez que te olvidas de tí misma, la del exceso de emociones o la ausencia de ellas, la del silencio o la aceleración de las palabras. Esos días, o meses no te aceptas ni a ti misma, no aceptas nada, no piensas en nadie, simplemente la miras y no ves salvo a una niña estupenda, inquieta, sonriente, buena, capaz de valerse y desenvolverse en la vida y sólo un papel te dice lo contrario.

Pero un día te despiertas, pronto mejor que tarde, yo me caigo muy rápido pero me levanto antes, y luchas, observas, acudes a terapia, te informas con filtros, relativizas los contenidos, te ensanchas la espalda; a la vez que te vuelves solidaria y respetuosa exiges de una manera egoísta cuánto necesita tu hija en todos los ámbitos en los que se mueve y/o se va a mover en un futuro inmediato; adelantas acontecimientos sin caer en el abismo para razonarlos, aunque algunos días caes tan rápido que no logras activar el paracaídas, y éste sólo funciona despertándote otra vez.


Pero el tiempo pasa, todo comienza a organizarse casi sin darte cuenta, tomas decisiones que implican incluso el retroceso o anulación de tus cuestiones laborables y desatender todo aquello que no sea prioritario para la educación y desarrollo de tu hija; y no te importa, no te quejas, al menos durante muchos años.

4 comentarios:

Aula de Paz dijo...

Entiendo como te sientes. Aunque no sé expresarlo tan bien como tú, siento muchas veces algo parecido.
Me alegra haberlo leído, porque has confiado en mí y has hecho que me sienta muy cerca de tí.
Recibe un abrazo lleno de cariño, sentimientos y esperanza: Maribel

Unknown dijo...

Nunca te olvides de tí misma; tu valía hará que ella despegue. Sigue tus instintos, siempre te guiarán.
Ya sabes lo que te valoro...miles de besos.

María del Mar Bernal dijo...

Sois grandes, ambas, sois........Muchas gracias por escucharme.

~ El Capitán Escarlata ~ dijo...

Me gustaría decir algo, mi Señora,... algo coherente y sincero,... algo lúcido y con chispa,... algo que atrapara Vuestra atención y que os hiciera sonreír,... pero, no encuentro la palabra adecuada,... y sin embargo me gustaría decir algo.

La música es mi pasión, mi Señora,... en mi perfil, en ese lugar donde hablo de mis gustos musicales, hay escrita una frase,... una frase contundente,... rotunda:

"No hay más Dios que Bach, y Glenn Gould es su profeta".

Glenn Gould,... el más grande interprete de Bach de todos los tiempos,... el más sensible pianista que jamás tocara la sinfonía nº 11 , o las variaciones Goldberg,... Glenn Gould,... el único hombre del que verdaderamente siento y sentiré envidia durante el resto de mi vida,... Glenn Gould,... tenía esa otra lucidez,... esa lucidez llamada Síndrome de Asperger.

Expresiones en la playa de madrugada varias.