2 de septiembre de 2012

Ya no depende de mí.



Puedo decir sin vergüenza y sin miedo
que ya no depende de mí.
Que me esfuerzo y que sin ser la mejor
voy trepando y acotando mareas revueltas
desnudando las leyes injustas
mientras sueña la música
despojándose de la tristeza.

Puedo decir sin enemistarme con las luces,
que las penumbras siguen dibujando siluetas,
siluetas perfiladas aunque ennegrecidas.
Que me atavío con el ropaje del coraje adquirido
ocultado el desvío al que someto a la rabia,
a la mala leche, a la exasperación
por derribo del alma arrinconada
en la madrugada.

Puedo decir que ......
.... que por más que lo intente
YA no todo depende de mí.

1 comentario:

Fiaris dijo...

Cuando las cosas no tienen solución dejan de ser un problema.
cariños