Hoy coloqué sus botas de agua en el ventanal mientras mi pequeña se tapaba en su cama. Volvía de perturbar a los charcos, todos ellos acostumbrados a la temprana edad, al alboroto de los saltos y a los gritos infantiles, a lo temporal, más por ello grato y acostumbrado a evadirse, aunque no sin antes vivir.
Hoy los charcos formados por el agua caída confundían la dicha balanceándose en el cordel de sus jugueteos, de sus discusiones, conversaciones, de su vago proceder.
Hoy es viernes, bueno lo fue, pues me pilló la madrugada entre tanto querer contar que se acabó el día y que fui feliz con la ausencia de mentiras, la suma de proyectos y la mirada fija en el avance que no hace más que hacer, valga la redundancia (me encanta decir ésto), retroceder al miedo.
Buenas noches.....
1 comentario:
Me encanta tu nueva presentacion, tu entrada i Rosanna.
Besotes querida amiga.
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