6 de julio de 2011

Tengo cinco minutos...

... quizás medio café pues la taza está demasiado caliente. Ni sé qué os voy a contar, es una entrada sin sentido pero con destino, vosotr@s, a los que os debo más de cinco minutos. Me voy a la playa, como todas las tardes... tengo una silla nueva, jeje, el otro día, plaf, culo a la arena y allí permanecí sentada un buen rato, disimulando, el respaldar seguía en su sitio, ehhh!!! no son los kilos son los años (los de la silla), y me ha costado desprenderme de ella. Mi marido me la ha regalado, se largó a comprar un no sé qué para el termo y acabó comprándome esta lujosa silla, ¿será igual de cómoda que la antigua? 

Sopla un poquitín de poniente, pero es agradable al respirarlo y al tacto, pues te roza y te despeja, te refresca suavemente, me apetece, se apetece. 

Bueno, mi ordenata me avisa, van cuatro, pincho una canción y hasta dentro de un largo rato. Muack.



2 comentarios:

María del Mar Bernal dijo...

Qué incómoda la silla y qué desagradable el viento en la playa, tras dos horas, nos volvimos, nos duchamos y nos largamos con las bicis, qué fotos más bellas, qué decisión, esta última tan acertada.

Jejejeje.

nuria dijo...

Pues ya te puedes ir acostumbrando a ella, ve haciéndola a tí, que seguro que la haces vieja y acomodada, y además, regalada con cariño...

Yo bajo la escalera de caracol no noté tanto viento, aunque algo sobraba y algo faltaba.

Buena elección la del paseo!! po zi. Si hay fotos bellas, veremos alguna?

Besitos.