Mil disculpas me aceptarás pues están embriagadas con flores que he besado previamente. Mil disculpas son tuyas, mil castigos los míos.
Te amo, te sigo amando. Te espero.
Ella arrugó la nota tras cerrarle la puerta al mensajero. El ramo voluptuoso a la vez que delicado se inclinaba hacia el suelo, sus pétalos anaranjados, rosáceos y blancos se deslizaban barriendo las pequeñas motas de polvo hasta que ella, sentada en su butaca se percató de su postura y se identificó con la suciedad adquirida en tan breve tiempo y la engrosó en su interior por los años en los que siendo flor se amustiaba deslucida.
Ella no pudo más que enmudecer y observar como Josué se desvelaba y se le acercaba sin expresión oral que definiese su estado hasta que la rutina le hizo ir a hacer café, ¿vas a tomar tostadas? le preguntó. El silencio se apoderó de la mañana como el grito del ruido y ella, sin saber bien qué decir, se vistió, bajó al mar y abandonó los presentes para que se ahogaran recubiertos de sal. Minutos después subió, besó a Josué sin mediarle palabra, le sonrió y continuó...
Los oídos finos de él lamentaron la omisión discreta de ella. No hubo respuesta, no transcurrió encuentro ni coincidencia. Las sienes se le bloqueaban, su codicia mezquina anhelaba propiedad, posesión, reputación, así que álgido por recuperarla ostentó jactándose de derroche, de mediocre soltería y se perdió durante años en la cima de lo superfluo hasta que el talud le proporcionó sosiego, cordura y comprensión hacia ella.
Años después se acercó a la que fue su casa y dejó una nota: Lo siento.
4 comentarios:
Estas hecha toda una escritora, cualquier dia te encuentro en la libreria, es un sueño poder leerte-
Muchos besos.
Quiero que Pakiba te encuentre en alguna librería. Si no fuera así nunca, sería un talento que sólo unos pocos podemos disfrutar.
Un beso Peku.
MAJESTAD ES TODO UN PLACER PODER DISFRUTAR DE LO QUE PASA POR VUESTRA MENTE. NOS ENSEÑA, NOS TRANQUILIZA Y NOS HACE MAS PERSONAS. GRACIAS POR ESTA MARAVILLOSA APORTACION.
Guau!!! me habéis dejado sin expresión oral a mí, jajaja.
También lo sería para mí, ¿os imagináis poder decírle a mis niñas "mira quién es la autora de este libro"?. Pero, sigue mi novela con capas de polvo, quizás la continúe en otoño, en ese septiembre de propósitos buenos y espero poder acabarla antes de que me entre mi desconcierto primaveral.
El verano es de mis hijas.... ; pero se agradece que confiéis en mí más que yo misma.
Muackks. Por cierto, ha saltado el poniente, !qué alegría de fresquito!
Gracias a los tres, sois magníficos.
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