Creo que he llorado en todos los lugares que conozco, con las personas que debía y con las que no. He llorado de rabia e impotencia, de alegría, ante la ira o la agonía, la desdicha, la desesperación, el triunfo, el logro, la meta....; si algo aprendí tras tanto llanto es que es tan necesario y natural como la risa, que alivia al alma, que no hay que abusar de él pero sí usarlo en un basta a solas, en una fuga gaseosa de humos, ante un paisaje que nos evoca a nuestra piel tersa y sin arrugas, recién estrenada para sentir el repelús del atardecer con espacio y tiempo para fijar nuestra mirada a otra que por mariposas en el estómago nos sonríe,....
Todo es llanto en el fondo, todo lo que se esfuma lo recuerdas, la nostalgia es un cautivo pasado que nos ennoblece en orígenes y lo que vivimos es el capricho maldito de lo que haces y te hacen.
Lo que te hacen te hará más fuerte dicen, pero, ¿a qué precio?
2 cosas:
- Llora bajo la ducha ;)
- Cuenta conmigo.
A mi gente :)
1 comentario:
Que bonito Maripeku , el llorar libera el alma de muchas penas yo lo he hecho),pero lo más bonito es llorar de alegria.
Muchos besos,
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