Hoy mientras yo bajaba indispuesta las escaleras de las gradas de piscina dispuesta a respirar aire fresco, subía una mujer embarazada que suavemente sujetaba su vientre crecido de unos cincos meses y con su otra mano empujaba a una niña que no contaba los cinco años. La madre sonreía a una barriga; su niña, miraba la barandilla.
En la espera NO esperes más que ser MADRE. En la vida de un hij@, SÉ MADRE.
(Necesito música, desmenuzar mi alma). Allá va:
3 comentarios:
En la vida lo más grande que hay para una mujer es ser MADRE,
Un abrazo
Con lo de Blogger se ha perdido comentario,solo te digo que me gusta y que tengas buen fin de semana.
Jajaja, gracias Pakiba, que lo tengas tu también.
Un beso gordo.
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