Recaer es volver al origen desde la sabia experiencia.
Su cuerpo se deforma y quien ojea la perturba para cuando su atención se acentúa y secuencia el pasar del día refugiada en su cama, dejándome mirar sus ojos que lagrimean y preguntan. Qué curioso que las miradas éstas tan ignorantes a la vez que inocentes sean tan importantes para ti.
No te aflijas, ni esperes el beneplácito de nadie, ni el mío, nadie sostendrá tus sueños sólo tu los apoyaras en tus pasos. No retrocedas si recaes agitándose tu interior, expulsando tu rabia hacia el exterior, recae con dignidad, con derecho, recae porque te levantas, y todo se esfuma como el humo de mi cigarro que busca el escondite del viento para volar como ya tu quisieras, como mariposa misteriosa, perpetuamente feliz.
Vuela incluso si recaes, vuela cuando puedas de lo rígido, crece a tu ritmo, madura con el tiempo en tu espacio y en tus proyectos, corretea con tus bellas alas por todos los rincones de tu casa. Vuela también cuando controles tus movimientos, escapa de cuanto te dañe, agárrate a cuánto te ame y ama mientras vuelas.
Te quiero.