Deja que te oigan, libérate de la opresión que hoy siente tu corazón, sé frágil, debilítate, deja que se esparza tu dolor en el hombro de tu amiga, que esos sentimientos, pensamientos, sean palabras ahogadas, reales,...
Consiente que tus lágrimas se deslicen insonoras y sofocadas por su brazo, que tu aliento estremecido y entrecortado viaje hacia su pelo y lo moje. Amóldate a sus manos, apriétalas, rómpelas y sé no más que viento a una hoja, no más que agua a una esponja,...
Llora y llora acompañada y comienza tras el final porque el espectáculo debe continuar.
Eres extraordinariamente fuerte, eres bella y sencilla, llegarás!